Compositor: isaias cuenya
Sánguche milanguero
En la esquina del baldío
Donde el asfalto sueña trigo
Hay un olor a victoria
Aceite fresco, pan crujiente
La milanga canta en la sartén
Con su manto de oro
La lechuga, verde ejército
Saluda al tomate campeón
Se grita en lo alto
¡Ajo, perejil! ¡Un toque de sal!
¡Eh, sánguche de milanesa!
Sos un Templo de harina y carne
Eres la fe de la certeza
Contra el mundo amargo y flaco
Con lechuga que es bandera
Y tomates en rebelión
Hasta la pena se muere
Al ritmo de esta canción!
El pan tostado es como una nube con costra
La mayonesa, diosa justa
Une los reinos del cielo
Con la tierra nacida del limón
Y en cada mordida, un viaje
Es la infancia en un bar de barrio
Los viernes sin relojes
Y ese gas de la Mirinda
Que pica la nariz con alegría
¡Eh, sánguche de milanesa!
Templo de harina y carne
Eres la fe de la certeza
Contra el mundo amargo y flaco
Con lechuga que es bandera
Y tomates en rebelión picante se pone la cuestión
¡Hasta la pena se muere
Al ritmo de esta canción!
No hay filosofía ni libro
Que explique este arte sencillo
La milanga no se piensa
¡Se vive! ¡Se desordena!
Y si la vida te apuña
Repítete este mantra
Chango dame un sándwich de mila
Y una Mirinda pa’ seguir
¡Eh, sánguche de milanesa!
Templo de pan crocante y carne
Eres la fe de la certeza
Contra el mundo amargo y flaco
Que la alegría sea crujiente, milanesa alma y vida de una historia tucumana
Con sonido de hielo en un vaso y sartén chisporroteando
¡Otro más pa’l campeón!, grita el cocinero
El sánguche es abrazo, es himno, es llave
Comida de los soles que no se apagan
Y que despiertan nuevas historias compartidas con amigos